LA GEOMETRÍA
DE LO TEMPORAL.
La proyección
de un edificio depende siempre de aquel contenido verbal que va a contener. La
función en la arquitectura no define la forma, sin embargo tiene una relación
obvia que trasforma los elementos formales en elementos modelados por la acción
que se va a desarrollar allí, cuya característica principal es la
velocidad=espacio/tiempo.
Sin entrar dentro de la discursión forma/función, quiero orientar la reflexión hacia la idea que no es lo importante ésta adaptación, sino comprender que la experiencia espacial asume un contenido temporal que permite ése desarrollo de la acción.
La analogía dada por Le Corbusier entre Parthenon y Automóvil, albergaba únicamente el asunto forma/función. pero uno de ellos es un elemento espacial y el otro es un elemento que modifica la velocidad en la que experimentamos el espacio.
Los futuristas hicieron un esfuerzo en representar la experiencia de la acción. Los textos literarios de éste movimiento representan ésto llegando a la ennumeración verbal y destruyendo la adjetivación, o incluso recurriendo a la onomatopeya como testigo o huella de una acción que al mismo tiempo deja lugar a una descripción de intención ágil y figurativa, rechazando la abstracción propia de la escritura. De esta forma desfiguran y aceleran el tiempo.
La acción, el
verbo, procesa dentro del continente espacial una actividad con un componente
esencial, la velocidad, que introduce dentro del espacio el tiempo. Es, por
tanto, el espacio definido por el tiempo, por el carácter que la velocidad
imprime en una porción de universo para su realización correcta. En la
arquitectura se conoce como fluidez, pero creo que éste término acaba reduciéndose
a la visión simplista del movimiento entre unidades funcionales, una vez éstas
han sido establecidas.
En el caso de la terminal de la TWA de Eeero Saarinen, la fluidez del vuelo se quiere mostrar con una forma que se asocia a la fluidez del movimiento fraguado en unas cáscaras de hormigón. Sin embargo, no se está refiriendo a la acción de llegar al avión y que la forma lo acompañe como sin embargo sí hace en el proyecto del aeropuerto en Washington, en el que su función es primordial en su sección, sin que la geometría de la cubierta tenga relación alguna con éste fenómeno.
La fluidez de
la acción contempla un espacio que con el mínimo gasto de energía proporciona
unas condiciones dimensionales y espaciales a una porción de el volumen total para
el desarrollo en un tiempo de una acción.
En un proyecto en el que se contempla una acción fundamental, con unas precisiones espaciales exactas, el tiempo va a ser fundamental a la hora de mostrar la definición formal.
¿Cómo el tiempo modela el espacio? sin que sea necesario romper la arquitectura inicial de la misma forma que un río modela un territorio no favorable a la evacuación del agua.
De la misma forma que éstas acciones naturales determinan un entorno para el correcto funcionamiento e integración de la acción, la arquitectura tiene que articularse en cuanto a la experiencia temporal de la acción de esquiar, contemplando su velocidad como requisito de la fluidez y la interrelación espacio/tiempo.
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